sábado

Y hablando de ideologías.

Hace algunos meses, ante las opiniones adversas sobre el candidato de izquierda, que al final, ganó las elecciones en Perú...

A colación de las elecciones en el Perú y pensando en las de México, se confirma la mentalidad implantada, la ideología casi religiosa de las oligarquías, más radical aún que las de izquierda pero eso sí, con gran poder económico. La derecha puede sin problema utilizar discursos populistas y es bien vista, todo en pro del desarrollo;  la izquierda al tratar de seguir sus principios equitativos, humanos y sociales, será tachada de inmediato como populista, dictatorial, ahuyenta inversiones, absolutista, esclavista  y hasta come niños.

 Es la idea que las grandes cúpulas han vendido y la que les hemos comprado. Así, si en Estados Unidos (u otro país acogedor ferviente del pensamiento neoliberal) opinas q la medicina socializada, da un mejor nivel de vida a sus habitantes, la mayoría pensará mas o menos asi: “¡¡¿¿Socializada??!! De ninguna forma, después algún burócrata se llevará a mi hijo para ser soldado, y el estado será dueño de mi casa y hasta de mi destino, nada mejor que cada quien pague por sus propias enfermedades, ¡rojo!”. No veo que en Francia o Canadá pase algo así, pero si veo q la esperanza de vida de cualquiera de sus ciudadanos, es mucho mayor q la del gringo más rico.

Por otro lado tampoco es conveniente el extremo al que algunos dirigentes han llegado y q les sirven como escasos ejemplos a las minorías poderosas para confirmar como el neoliberalismo es la clave absoluta del bienestar. Al fin que el sistema esta estipulado y mas entrelazado que nunca. Un país no se puede salir a menos que todos lo hagan, sino el mismo sistema se encargará de aislarte y hundirte.

La cuestión es simple: dejar de aprovecharse de las mayorías pensando en las riquezas, para mejor pensar en las mayorías aprovechando las riquezas.

Nacho

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