martes

Una sola indignación

La crisis actual del Estado mexicano no se debe a un hecho aislado, no se debe a la última muestra de podredumbre del aparato gubernamental, más bien es la última gota de las gotas de agravios que ya hace mucho han derramado el vaso. Aun así, hasta antes de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, el estatus quo tanto en la alta esfera política como en las grandes masas permanecía inalterado, en beneficio de los primeros y resignación sorda en los segundos.

Nuestro país es la antítesis de la democracia republicana en pos de la liberación de la dominación, es el ejemplo viviente de la centenaria oligarquía latinoamericana que aquí, después de la revolución comenzó a disfrazarse de democracia, librándonos de dictaduras militares, pero no de dictaduras aristocráticas y partidistas que han desarrollado una maquinaria de control igual o más grande que aquellas militares; tanto que 88 años después sigue en pleno funcionamiento esa famosa “dictadura perfecta” (Vargas Llosa y la dictadura perfecta, 2010).

Eventos como el de Tlatelolco en 1968, el Halconazo de 1970, Aguas Blancas en 1995, Acteal en 1997, Atenco en 2006, Guardería ABC en 2009, cuyas palabras clave son asesinato, muerte y gobierno; no han sido resueltos y mucho menos ningún alto funcionario ha sido condenado. A personajes de la élite política herederos del régimen se les ha señalado y acusado legalmente de corrupción, malversación de fondos, secuestro, hostigamiento, trata de personas y complicidad en asesinatos activa o por omisión; pero el sistema al reconocerlos como sus hijos los arropa,  los protege y jamás les hace daño.

Es un Estado incompleto y disfuncional cuyo acuerdo social es más bien el acuerdo excluyente de las mayorías por parte de unos cuantos que irónicamente asumen el poder con la mínima pero suficiente aprobación popular. El sistema institucional mexicano, aquel diseñado para evitar la concentración de poder del gobierno, impedir el resurgimiento de regímenes absolutistas y para cimentar y emparejar el terreno de la democracia y la ciudadanía, es inservible, no es más que una figura retórica en el discurso a las masas de una cuasi monarquía que tiene al Estado bajo su control.

México es la catorceava economía del mundo pero ocupa el puesto 123 de 160 en cuanto a inequidad en la distribución la riqueza; el hombre más rico del mundo es mexicano pero nuestro país tiene casia a la mitad de su población en condiciones de pobreza. La oligarquía en el poder, la alta burocracia mexicana, gana un sueldo 25 veces más alto  que el de un trabajador formal promedio, cuando en Estados Unidos esta diferencia es de 2 veces más y en Canadá de una vez más (OECD & IDB, 2014).

La relación específica entre la riqueza generada en un país, y la capacidad de su Estado para traducirla en  un desarrollo humano generalizado en la población, es vital. Si esta relación no es del todo positiva, como el caso mexicano, vale la pena cuestionar entonces su entramado institucional, el nivel de empoderamiento ciudadano que da como resultado que poblaciones insatisfechas y con pocas probabilidades de mejora actual o trans-generacional, no puedan desencadenar los cambios necesarios en su propio ente gubernamental que parece estar conformado por élites alejadas de la realidad de la mayoría de la población.

Al igual que en la colonia, la aristocracia mexicana vive en un mundo aparte y al igual que entonces forma parte indisoluble del gobierno nacional, del cual se nutre y a través del cual garantiza su perpetuidad.  Mientras la élite gubernamental del país gana un salario superior o cercano al promedio de las naciones más ricas del mundo, la mitad de la población no tiene empleo formal, tiene escasa educación o salarios y condiciones laborales precarias, se mueve por calles en pésimo estado, tiene servicios de salud indignantes, transporte y demás servicios públicos deplorables, y ni hablar de la “seguridad pública”. La nobleza mexicana cuenta con el avión presidencial más caro del mundo, gana más que la realeza española y tiene casas de 86 millones de pesos. En esa alta esfera social y política se forman acuerdos millonarios (Goldman, 2014) y hombres más ricos del mundo, no por innovación e iniciativa empresarial, sino por concesiones y acuerdos en su “capitalismo de cuates” (Dresser, 2010) que estimula no la eficiencia y competitividad, sino la ineficiencia, la tranza, los conectes, las palancas y la politiquería como un estilo de vida.

La supervivencia del sistema político mexicano, “podrido hasta la medula” (Ackerman, 2014) es causa y efecto de la desarticulación social que se mantiene por un lado a través de medidas de coerción directa como la infiltración de  grupos de choque a manifestaciones pacíficas, la represión a través del uso de la fuerza, el amedrentamiento o de plano la desaparición; y por otro, a través de la poderosa herramienta de control que representa los medios masivos de comunicación, principalmente la televisión, que se combina con la deficiente educación de la población y que tiene el poder de determinar que es y que no es.

Esta televisión que para los mexicanos es  “motivo de orgullo”  (Para los mexicanos, Televisa es motivo de orgullo, 2014) además de inmiscuirse activamente en los procesos políticos como “soldado” del régimen (Alcaraz, 1998: 113),  moldea el imaginario colectivo para arraigar un modelo social nefasto y aún colonial, que no abona a la consolidación de la ya de por sí complicada identidad mexicana, tan básica para la formación de ciudadanía, entendiendo a ésta entre otras cosas como “un tipo de igualdad básica asociada al concepto de pertenencia a una comunidad” (PNUD en El Colegio de México-IFE, 2014: 20)
Así, la mayoría de los hogares mexicanos afirman estereotipos y roles sociales; reconocen el rol del barón blanco occidental u occidentalizado como el exitoso y acaudalado, a las masas morenas, mestizas e indígenas como serviles y resignadas; el gran medio establece prototipos de belleza e incluso, al escasear entre el pueblo mexicano los modelos buscados, los tiene que importar de Polonia, Cuba, Argentina, Rumania o España.

Desafortunadamente para el arcaico régimen, las nuevas tecnologías avanzan rápido y hacen llegar a más gente la voz de medios alternativos de comunicación, que ante instituciones mancas y endebles, emergen como herramienta básica de la esperanza ciudadana. El régimen está cada vez más expuesto, no por los contrapesos institucionales republicanos, sino por la labor de investigación e información de nuevos medios, y pese a que encuentra maneras de adaptarse, día con día le es más complicado mantenerse fuera del foco de las reflexiones populares.

La vieja maquinaria de control y manipulación ha sido echada a andar a máxima potencia pero parece que ante este último agravio al pueblo, no da los resultados de antes. Los discursos y medios de comunicación oficiales intentan minimizar los hechos, se nos pide “superar” el caso Ayotzinapa (CNN, 2014) como si fuera una eventualidad aislada; se nos ofrece en horario estelar una explicación conmovedora pero poco creíble sobre la casa blanca y los vínculos gubernamentales con el grupo Higa cerrando el caso de manera oficial; se cancela súbitamente la licitación ganada por el grupo Higa para la construcción del tren México-Querétaro que había sido defendida enfáticamente desde la Secretaria de Comunicaciones y Transportes al parecer por que el caso de la casa blanca estaba por salir a la luz pública. Se proponen pactos por la paz, se pronuncian decálogos incluyendo más reglamentos y retoques institucionales que no van ni por asomo hacia el centro del problema, que no hablan en lo más mínimo de una verdadera depuración del sistema, son en pocas palabras una mano más de barniz sobre una madera totalmente podrida.


La solución por tanto debe de ser radical tal cual refiere el origen etimológico de la palabra, es decir, no por encimita, sino erradicar el problema, extraerlo de raíz.  No se puede esperar que las medidas de reestructuración del aparato estatal sean originadas desde sus mismas cómplices instituciones. Propuestas tan básicas para el funcionamiento de la democracia como el mapeo patrimonial y político de las altas esferas gubernamentales (Buscaglia, n.d.) o la simple y lógica aplicación de la ley, solo pueden ser llevadas al poder a través de la institucionalización política del movimiento social, venciendo su temor a “convertirse en aquello a lo que combate”(Lorenzo Meyer en Mesa  política, MVS, 2014).
Para ello, a la par de movimientos sociales es fundamental el surgimiento de Líderes que entiendan el problema de fondo, que sean capaces de recolectar y concentrar todas esas gotas de agravios. Es complicado encausar toda esa energía de disconformidad en un mismo proyecto, pero no hay opción, pese a la ferviente y aguerrida oposición de quienes históricamente han generado y se han beneficiado de este desastre y pese a su escuela de resignación y desesperanza. Ese adoctrinamiento que cunde profundo, ha producido extraños habitantes, mas no ciudadanos, con miedo al cambio, con desconfianza a propuestas para el funcionamiento básico de una república, que les son tan irreales que los lleva no solo a descartar cualquier intento de proyecto alternativo y llamar “zombies” a quienes han querido sumarse,  sino preferir seguir en las mismas nomas cambiándole el color. 

Llegará el momento en que esa digna rabia individual y de distinta intensidad, sea una digna rabia colectiva, una sola indignación ciudadana que será el inicio del empoderamiento de las masas para la conformación de una verdadera república.




REFERENCIAS 

Ackerman, J. (2014, de diciembre de). John M. Ackerman. Retrieved December 17, 2014, from http://www.proceso.com.mx/?author=37

Alcaraz, F. T. (1998). TV sin fronteras. Siglo XXI.

Buscaglia, E. (n.d.). La Paradoja Mexicana de la Delincuencia Organizada. ¿Más policias...más violencia organizada y más corrupción? ¿Hasta dónde? Instituto de acción ciudadana para la justicia y la democracia. Retrieved from http://www.institutodeaccionciudadana.org/centro-de-documentacion/

Dresser, DCapitalismo de cuates. (2010). Retrieved from https://www.youtube.com/watch?v=M71LwctALXQ&feature=youtube_gdata_player

El Colegio de México-IFE. (2014). Informa país sobre la calidad de la ciudadanía en México. Instituto Federal Electoral.

Goldman, F. (2014, December 4). Crisis in Mexico: Pena Nieto, and Mexico’s Infrarrealistas. Retrieved December 17, 2014, from http://www.newyorker.com/news/news-desk/mexicos-infrarrealista-revolution

Mesa política, MVS. (2014). Caso Iguala debe llevar a revolución de conciencias; ¿cómo canalizar el descontento?.

OECD, & IDB. (2014). Panorama de las Administraciones Públicas. Paris: Organisation for Economic Co-operation and Development. Retrieved from http://www.oecd-ilibrary.org/content/book/9789264211636-es

Para los mexicanos, Televisa es motivo de orgullo: Peña. (2014). Retrieved from https://www.youtube.com/watch?v=SJx-H1kBCsA&feature=youtube_gdata_player
Vargas Llosa y la dictadura perfecta. (2010). Retrieved from https://www.youtube.com/watch?v=kPsVVWg-E38&feature=youtube_gdata_player

viernes

México, entre la reforma petrolera y otras cuantas más

Hablar sobre la reforma energética y sus consecuencias es complicado ya que hacen falta muchos análisis para finalmente emitir un juicio sustentado. Para ello son necesarios datos duros de cuestiones como cuál es el  aumento esperado en la producción y cuáles van a ser los porcentajes de ganancias que se llevarán tanto el Estado como los inversores privados o qué tanto los contratos con empresas privadas se parecen a las prohibidas concesiones.



Hace falta hacer cuentas exactas para ver si en verdad la eficiencia y los ingresos de la petrolera nacional aumentarán, cuestión que de momento, y según la historia de privatizaciones en el país y en algunos otros lados, parece no ser así. Y es que el listado de ventajas que el gobierno federal anuncia que traerá la reforma es impresionante y pareciera ser la panacea.

Lo que queda claro es que si a tu empresa o negocio invitas a más gente a participar, los riesgos se reparten, pero también así las ganancias. Esta por calcularse si el pastel que se va a repartir, aumentará lo suficiente como para aumentar las porciones, interesándonos la que le toca al Estado.

Pero qué hace el estado mexicano con dichos ingresos, también es tema de análisis. Todas las ganancias de PEMEX son incorporadas al presupuesto estatal representando una tercera parte del mismo, pero nunca habrá presupuesto suficiente para inversiones en progreso científico y tecnológico de peso en el área petrolera debido a que estos recursos tienen mayor y más rápida retribución política si se gastan en la manutención de la élite gobernante y,  en el mejor de los peores casos, en asistencialismo de corto plazo.


Aún así, mirando los datos oficiales, parece que PEMEX no es tan incapaz o ineficiente como los reformistas quieren hacernos creer y que la tecnología adquirida hasta el momento, sin la reforma, ha sido suficiente. Resulta que las inversiones de PEMEX si están siendo redituables, resulta que es la empresa más eficiente en cuanto a costos de producción y la segunda más eficiente en cuanto a exploración, y resulta que si puede hacer exploración en aguas profundas, tanto así, que se han descubierto durante este año tres yacimientos en el golfo de México y las exploraciones continúan.

Pese a duplicar sus ventas desde el 2002 se argumenta que la paraestatal está en declive y se necesita una reforma energética para poder ser rescatada desde el extranjero. La solución fácil, la única que encuentra la ortodoxia económica y el estatus quo es pedir ayuda a terceros, invitar a grandes inversores para comer de nuestro pastel con la esperanza de que así, el capital y el mercado hagan el pastel más grande y resuelvan todos los problemas del país, eso sí, sin tocar las reformas administrativas hacia el interior de la paraestatal ni su régimen de privilegios clientelares, ahí el gran capital parece no hacer mucho.

Con la repartición del pastel, el gobierno federal y los reformistas ya preveían una caída en el presupuesto que se sumará a una endeble economía mexicana con un crecimiento del 1.2% para este año de acuerdo al Fondo Monetario Internacional. Este crecimiento es bajo si se compara con el 5.3% de Perú,  el 4.5% de Colombia o el 4.2 de Chile, por poner algunos ejemplos.


Ante la falta de presupuesto, junto con el plan de apertura de PEMEX al sector privado, se diseñó una reforma fiscal con la que se pronostica hacer frente a la inminente caída del ingreso petrolero, además de autorizarse un aumento en el déficit del presupuesto del 1.5% del PIB. Este desfalco del gobierno federal, se aprecia mejor si se mira el balance presupuestario desde el sexenio de Zedillo, donde pasa de un -.06 a un -1.7 con Calderón y a un -2.6 con Peña Nieto antes de sumarle la mencionada nueva deuda del 1.5 y sin mencionar condonaciones fiscales a socios empresarios del gobierno federal como Televisa.


México es de los países que menos ingresos fiscales tienen en Latinoamérica y en el mundo. Argentina recauda en impuestos un 34.9% de su PIB, Brasil un 34.8%, Uruguay un 26.5% o el liberal Chile un 20.2%.; el promedio general de los países desarrollados es un 33.8%, el de México es 11.4%. Así, la modificación fiscal parece ser destinada a palear una problemática de corto plazo (para no variar) y deja pendiente una verdadera y efectiva reforma tributaria.
Pero para el gobierno federal esto no amerita en lo más mínimo algún ejercicio de austeridad. Es indignante que siga en pié la compra del avión presidencial más caro del mundo gestionado por Calderón para Peña; sigue siendo mayor el sueldo de nuestro presidente que el de España por ejemplo; seguimos teniendo el desfile de suburbans escoltas y helicópteros en cada evento político y las cuantiosas dietas de diputados y senadores solo cambian pero para más, al tiempo de autorizarse un aumento del  840 por ciento el gasto del gobierno federal en contratos para servicios generales.

Los salarios en México ya son más baratos que en China, la mítica flexibilización del trabajo no ha servido más que para precarizarlo. Cuando se aprobó la reforma laboral, el Instituto Mexicano para la Competitividad pronostico un avance de 30 lugares para nuestro país en el índice de competitividad mundial, recientemente se sabe que México retrocedió 11 lugares. Podemos sumar a esto que el índice de empleo formal comparado con el del año anterior continúa en descenso.



Pese que a muchos lanzaron voces de alerta que pronto la poca información y el circo mediático desacreditaron, el PRI nunca menciono lo que planeaba para su gobierno durante su campaña, no vimos que firmara eso en ninguna servilleta ni en ningún otro lado. No se escuchó hablar de la privatización de actividades de PEMEX, los ajustes a la ley laboral o incluso la reforma educativa, de hecho, la maestra Elba Esther Gordillo, ex lideresa magisterial ahora en prisión, apoyo sin tapujos la candidatura de Peña Nieto sin saber lo que le esperaba…en este juego politiquero no solo el pueblo se llevó sorpresas.

Durante el gobierno de oposición, el PRI se envolvía con la bandera del nacionalismo revolucionario de antaño y por ejemplo, en el 2008 ante las reformas propuestas por el PAN, el mismo Manlio Fabio Beltrones  defendía acérrimamente el petróleo mexicano en una entrevista para el monopolio televisivo, donde decía que:

“ el PRI apoyara la creación de empresas cien por ciento del Estado (para que) particulares no hagan la maquila…...No vamos a ir nunca en contratos donde se compromete lo que solamente pertenece a la nación: el petróleo y la renta petrolera.
Nos resistimos en el PRI, a sentenciar a que el Estado mexicano sea incapaz hasta de manejar un monopolio”
Sobra decir que actualmente, es de los más entusiastas defensores de la privatización de las actividades de PEMEX.

Pese a todo, el presidente Peña nieto es galardonado desde Estados Unidos para el mundo. Entra en el lugar 17 de los 100 pensadores del año de la revista Foreing Policy; Latinvex de Miami lo cataloga como el líder del año en Latinoamérica; el Time lo pone en portada como una de las 100 personas más influyentes del mundo o el Washington Post dice a propósito de la reforma energética que el gobierno de Peña es un ejemplo de “cómo una democracia funcional puede contribuir al desarrollo de un país”. ¿Estarán viendo algo que nosotros no?


Finalmente, ante esta democracia nuestra, la de partidismos vacíos, la de privilegios y clientelismos, la defensora del status quo de élite y de gobiernos faraónicos; no habrá nunca dinero ni reforma suficiente que alcancen mientras que desde el pueblo no aparecen señales de indignación por las mentiras y el cinismo, ni de hartazgo y voluntad por recuperar el poder. Así, la élite en el gobierno a través de sus bien dominados instrumentos de control, puede ir salvando cómodamente la situación por lo menos para su sexenio.

El punto sería entonces, antes de pensar en eficientar PEMEX, pensar en eficientar el Estado para que éste, de acuerdo con el Dr. Guillermo Guajardo Soto, pueda presidir el sector energético contemplando una base política, científica y de personal que refleje un Estado fuerte. Y así, que se hagan realidad las palabras de Manlio Fabio Beltrones del 2008 antes de que cambiara de opinión, para que en vez de privatizar la actividad y las ganancias petroleras, mejor “que lo haga el estado y que lo haga bien”.


 Fuentes:
Dr. Gerardo Esquivel. El Balance Presupuestal en México
Entrevista a Manlio Fabio Beltrones. 2008
http://www.youtube.com/watch?v=rjuZZ7IJSVw
PEMEX. Presentación a inversionistas 2013
Dr. Gerardo Esquivel. Empleo formal en México.
La jornada. Frenón económico en México, PIB de sólo 1.2% en 2013: FMI.
Dr Gerardo Esquivel . 10 mitos sobre la reforma energética.
PIB Chile 2013
PBI 2013, Perú
Aristegui Noticias. Nuevo avión presidencial equivale en precio a 5 estaciones de la L12.
Edgar I. González Reyes. La luna de miel que se termina.
Guillermo Guajardo Soto “No sabemos qué quiere México con la Reforma Energética”.
http://aristeguinoticias.com/1912/mexico/no-sabemos-que-quiere-mexico-con-la-reforma-energetica-guajardo-en-cnn/

jueves

Partidismo vacío

Es común escuchar en nuestro país que tal o cual persona es de tal o cual partido, que alguien es priista, panista o perredista. Pero a diferencia de democracias maduras donde la pertenencia a algún partido político refleja ideales, proyectos sociales y económicos, en México no quiere decir más que la pertenencia a una organización a través de la cual se puede lograr un fin personal.



Con honrosas excepciones, pertenecer en distintos niveles a un partido político en México es insertarse en el camino hacia distintos niveles de poder; es una manera de ganarse la vida, es de hecho un estilo de vida que de acuerdo a Denise Dresser fue creado por el PRI -el estilo de vida PRI- pero que actualmente se extiende a la mayoría de partidos políticos.

En una democracia propiamente dicha, se pueden enfrentar  proyectos económicos y políticos a través de partidos claramente definidos. Así por ejemplo, podemos encontrar en una elección a las opciones conservadoras, nacionalistas o hasta de extrema derecha o las opciones progresistas, liberales o hasta de extrema izquierda o cualquier otra posición dentro de las distintas líneas de pensamiento político. Al final la población, con buenos niveles de entendimiento, podrá decidir.


En México, sin generalizar, la representatividad ideológica que se logra a través de un partido político no existe. Lo que sí existe es la representatividad pero de intereses personales o grupales.  Así tenemos que el supuesto partido de derecha hace alianzas con el supuesto partido de izquierda, para derrocar al supuesto partido de centro (con supuesta tendencia a la izquierda). Es, en alusión al mundo empresarial, simplemente una estrategia de mercado donde pese a que perduran ciertas imágenes de marca (partidos políticos) en los clientes (ciudadanos) es válida la realización de un “joint venture” (coalición) para repartir riesgos y beneficios.


Todos estos supuestos ideológicos son claramente cuestionables cuando por ejemplo, vemos que el gobierno del  partido de “derecha”, que tuvo en sus manos un cambio definitivo durante doce años, es el que más aumentó el déficit público con respecto al PIB llegando a un 36.8% en el 2012 como consecuencia de un amplio gasto para llevar “seguridad social universal” a la población así como amplios programas de asistencia social cuya efectividad final puede ser ampliamente debatible.

Por otro lado, el único partido que tiene permitido llevar los colores nacionales, cuando debería permitirse o prohibirse a todos por igual, el partido que surge de la revolución con la bandera social al frente, es el que se estanca 71 años en el poder y genera la mayoría de los vicios políticos vigentes. Dicho partido, actualmente de nuevo en el poder, heredero del nacionalismo revolucionario, es quien fomenta reformas de flexibilización del trabajo y de inversión privada en la empresa nacional más grande y fuente casi única de ingresos nacionales, PEMEX.

Y el partido de izquierda más grande, junto con sus satélites políticos, que ni juntos terminan de elaborar proyectos claros y definidos; realizan alianzas con el partido de derecha con objetivos que se entienden más en términos de ambición política que de impacto social.



Pese al partidismo vacío, la imagen de las tendencias políticas sigue ahí. Y si  el proyecto de derecha propone seguridad y asistencia social pese a un aumento en el déficit público…no pasa nada, pero si un verdadero proyecto de izquierda propone lo mismo, sustentado no en el aumento del déficit público ni en el aumento de impuestos, sino en la austeridad gubernamental, en los recortes al indignante gobierno faraónico, en reformas fiscales realmente progresivas, en proyectos empresariales dirigidos desde la misma cúpula empresarial (pero la legitima, la trabajadora y legal, no la corrupta e inconsciente); es tachado de irreal, asistencialista y populista en sentido peroyativo.

Así mismo, si en su proyecto el antiguamente paternalista y viejo partido oficial, el PRI, propone aumentos en el salario y disminución de precios en los servicios públicos, pese a que pasa lo contrario en la realidad, y va de casa en casa a firmarlo en servilletas, puede ser todo menos populismo.

En nuestro país, hace mucho que dejó de valer el partidismo. Pese  a que hay casos loables, el ser perredista, priista o panista es, en su mayoría, claramente circunstancial o por mera tradición familiar donde hablar de partidismo es como hablar de hinchadas de equipos de futbol.



Es por ello que en México el partidismo debe de pasar a segundo, tercer o último término y lo que debe de valer es el proyecto económico, político y social de una persona. Ante la maraña de intereses individuales y sectoriales inmiscuidos en los partidos políticos, ante este modo de vida politiquero (cada vez más desenmascarado con el avance de los medios alternativos de comunicación), no nos queda otra que focalizar la atención en la figura política individual, ya que aunque sea difícil de creer, sí existen personas con legítima vocación de servicio público; hay que  revisar su carrera, sus ideales y la congruencia con sus acciones, así como considerar a su equipo y el proyecto propuesto.

Y pese a que  los márgenes de error nunca podrán desaparecer, si podríamos reducirlos. De esta forma, a través de este filtro, de este enfoque hacia un proyecto personal, por lo menos podremos identificar de mejor manera a quienes realmente nos representarían en el poder y a quienes harían buen uso de él.


Aunque la reestructuración completa de nuestro sistema político se compone de mil elementos más desde arriba, desde la élite política y desde abajo, desde la misma sociedad; no estaría mal por empezar teniendo a un legítimo representante ciudadano infiltrado en las altas esferas públicas.

domingo

Una elección desesperanzada


Hoy se celebran elecciones locales en 13 estados del país y el circo politiquero que venía inundando las calles y la red va a tener por fin y un desenlace.

En Puebla ha sido más de lo mismo, más campañas proselitistas de democracia de risa. Millonarios recursos literalmente tirados a la basura por parte de una clásica élite social que parece ser la única predestinada a gobernar.

Grandes esfuerzos por parte de los candidatos no para poder servir a los ciudadanos, sino para echar a andar sus empresas personales, sus negocios privados a través de la esfera pública; el modo de vida politiquero tan atractivo en este país.

Puebla demostró en las recientes elecciones federales que está harta de la clase política tradicional, que está ávida de un proyecto distinto, uno que nos permita apropiarnos por fin de la política y dejar de ser un voto necesario para los proyectos de un clan.

                                  

Pese a eso en Puebla esta vez no hubo opción; ante este contexto de hartazgo y esperanza no surgió alternativa alguna, no hubo un proyecto en el cual confiar sino todo lo contrario, dos candidatos con mucha cola por pisar, (por lo visto más uno que otro) de los que se ha mostrado mucho en las redes (que resumo al final del documento) y que siguen representando en carne viva la separación total de la política con el pueblo, representando a quienes “les interesa tu voto y no tú”, a la rancia politiquería de élite y de cuates.

Una oportunidad más que se nos va y nosotros nos quedamos con el eterno menos peor.


Véase “Finalmente el contexto electoral local” en http://cosasdelsistema.blogspot.mx/2013/05/la-luna-de-miel-que-se-termina.html

La hacienda y fiestas del nuevo rico (a costa del dinero público): http://www.youtube.com/watch?v=NCCpfUFZQkc
“Mis hijas no tienen propiedades en Miami…sino investiguen” http://www.youtube.com/watch?v=kPU_lDukv54
Compra de terrenos en la Riviera Maya http://www.youtube.com/watch?v=kPU_lDukv54

Sospechoso asesinato de quien hablaría mal de un candidato http://www.proceso.com.mx/?p=346557

Ya hace años se sospechaba de enriquecimiento ilícito http://www.youtube.com/watch?v=6z9CwiAnDeY


jueves

La luna de miel que se termina. Una revisión general del inicio de sexenio



Ante el panorama político, económico y social del país, vale la pena hacer un pequeño recuento sobre los hechos que considero más relevantes por lo menos desde el comienzo de este sexenio presidencial, terminando en el contexto electoral poblano cuyas características pueden ser fácilmente generalizadas a todas escalas nacionales. Y es que es sólo en los periodos electorales  donde aparece nuestra esporádica y raquítica democracia que no hace más que perpetuar la problemática.


La reforma laboral

En el sexenio pasado Calderón presentó una propuesta de reforma para flexibilizar el trabajo y atraer la sagrada inversión, pese a que en la teoría  la Organización Internacional del Trabajo y en la práctica gobiernos como el de Correa en Ecuador, demuestran que es falsa la premisa económica clásica de mayor flexibilidad laboral igual a mayor inversión, ya que es mejor un trabajador con buenas condiciones laborales y buenos salarios porque es un trabajador más productivo y con capacidad de gasto; no obstante, Peña hace legales en México los sueldos por hora,  reduce el periodo para el pago de sueldos caídos, se impersonaliza el despido, se legalizan los contratos de prueba y se sigue aceptando el sindicalismo despótico. La tormenta perfecta para el trabajador.

Por otro lado, cabe resaltar que la propuesta inicial de Calderón incluía elementos para minimizar el protagonismo de los grandes sindicatos. En este punto la reforma era en un acierto ya que desde la dictadura priista, el sindicalismo corrupto y corporativista se ha enquistado en el sistema político. Así pues, se proponían medidas para lograr la tan necesaria transparencia en los sindicatos, en sus procesos internos y en sus finanzas, para hacerlos más democráticos y para liberar al trabajador de su propio representante.

Pero los mecanismos del corporativismo mexicano se echaron a andar y con el gobierno actual se obtuvo una reforma a modo tanto para los grandes capitalistas como para los sindicalistas de élite. Muy disntante a los acuerdos obrero-patronales de países de política avanzada.
Posteriormente se trató de dar legitimidad al gobierno federal a través de la traición y aprehensión de la lideresa sindical magisterial, quien fue pilar fundamental de apoyo en la campaña presidencial, y que en twitter no vacilaba en adular a Peña más que a al candidato de su propio partido (ella tiene un propio partido político).

No hubo mas investigaciones a los demás líderes sindicales y al no avanzar el gobierno federal en la depuración del corporativismo sindical, la aprehensión de Elva Esther quedó como una mera estrategia de legitimación peñista que, según los estudios, le ha funcionado al ejecutivo.


Reforma educativa

Dicha reforma abarca aspectos necesarios como el tratar de poner un alto al tráfico de plazas (que no ha sido del todo eliminado) pero también  incluye reducciones a logros laborales, como el derecho a una pensión en la vejez.

Elba Esther no se opuso al inicio de las reformas educativas. El sindicato, mero brazo político del poder en turno, le da la espalda a sus agremiados y se alinea la reforma. Los cambios se son fuertes y el proyecto es grande. 

Quienes tenemos contacto constante y directo con el gremio magisterial, vemos la cantidad de cambios que llegan. Muchos pintan para bien, para dar un servicio educativo público de mayor calidad; la cuestión es que para llegar a ello se atropellan diversas conquistas laborales básicas como un contrato definitivo.

Todo esto lo veían venir los maestros, no coincidencia que en la encuesta interna del SNTE antes de las elecciones presidenciales, se mostraba que la mayoría de agremiados no votaría por el actual presidente. ¿Qué opinarían ahora si se les volviera a preguntar?

Y así como se está “eficientando” legalmente esta gran parte del sector público a través de la reforma educativa, también debería eficientarse legalmente la labor de los servidores públicos de todos niveles empezando por el mismo presidente, y por ejemplo, aplicarle exámenes de conocimiento condicionando su permanencia, la reducción de la que será su ostentosa  pensión después de solo  6 años de servicio y la posibilidad de cancelarla o la instauración constitucional de la revocación de mandato.


Disminución del poder adquisitivo

A todo lo anterior le sumamos que la gasolina sigue subiendo debido al retiro paulatino de su subsidio, haciendo que el precio del transporte “público” (mal privatizado) también suba. Esto a su vez, incide directamente en el aumento de los precios de los alimentos, fenómeno que por otro lado encuentra sus orígenes en la insustentabilidad alimentaria mexicana resultado de la irresponsable apertura comercial de los 90’s y que ha vuelto a México dependiente de los productores y de los precios internacionales.

Sin embargo la sustentabilidad alimentaria de México no sólo está sujeta a los condicionantes internacionales. Al interior del país grandes monopolios (fenómeno típico de la industria mexicana) controlan la producción y distribución de alimentos básicos.
Este encadenamiento de eventos desafortunados entre muchas otras cosas, trae como resultado que los raquíticos salarios mexicanos alcancen cada vez para menos y que se precarice el nivel de vida de la población. Ni macro ni micro se ven medidas efectivas y estructurales contra la carestía por lo menos de alimentos.


Cabe recordar aquí que de acuerdo al Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, la pobreza en México ha aumentado constantemente durante los últimos cuarenta años, teniendo los mayores repuntes durante el periodo de reformas económicas liberales,  llegando a un máximo actual de 54 millones de personas en pobreza (más que la población total de España y más que la población total de cualquier país sudamericano, exceptuando lógicamente Brasil).
Pero por si eso no fuera poco,  el presidente de la república, además de estrenar un avión envidia de los más ricos nobles y empresarios del mundo, aumenta en un 840 por ciento el gasto del gobierno federal en contratos para servicios generales. Por si la desfachatez no había sido suficiente.


Conflictos políticos sin aclararse

Al inicio del sexenio presidencial se da el llamado Pacto por México, pacto político de los principales partidos que durante su última etapa, parafraseando a Lorenzo Meyer, pretende “prohibir que se haga lo que ya está prohibido que se haga”.

Es en este contexto que se dan las denuncias del presidente del PAN, Gustavo Madero en contra de funcionarios del PRI, argumentando que su partido tiene “evidencia y pruebas irrefutables” de que el PRI utiliza recursos de programas sociales para ponerlos al servicio de sus candidatos. Cuestión que ya había sido develada antes, durante y después de las elecciones en diversas investigaciones como las de los partidos de oposición (incluyendo el mismo PAN), las de Jenaro Villamil, las de MVS noticias o las del diario británico The Guardian. Todas siguen sin tener repercusión ejemplar alguna.

Por si fuera poco, el ex director jurídico de PEMEX, y posterior secretario particular de Calderón, César Nava, fue demandado por la paraestatal petrolera mexicana (de cúpulas priistas) en Estados Unidos por estar presuntamente vinculado a ilegales negocios millonarios con multinacionales proveedoras de PEMEX. Ahora a Madero le toca estar en el papel de defensor y argumenta que esa denuncia “carece de consistencia”.


Y hablando de PEMEX y dentro de este panorama de denuncias dentro del pacto, cabe mencionar el caso del otro gran líder sindical (no por sus luchas obreras) y protagonista político, Romero Deschamps. De él se habló mucho el año pasado por el caso de su hija y sus perros VIP en Louis Vuitton (véase http://cosasdelsistema.blogspot.mx/2012/05/romero-deschamps-el-pri-y-demas.html), y hace unos meses volvió a ser tema de conversación, esta vez por la revelación de los departamentos millonarios de su hijo en Miami, quien ya antes había sido exhibido recibiendo un Ferrari de 25 millones de pesos como regalo. 

Bueno, pues recientemente, los legisladores del PRI frenaron una petición hecha a la PGR surgida desde el PAN para investigar a este “líder obrero” que por lo visto, gracias al gobierno de Peña, seguirá sin ser investigado y seguiremos confiando en que todo lo ha comprado con sus sueldos de funcionario público y de sindicalista (éste último es de 24 600 pesos mensuales).

Por último nos enteramos hace unas semanas que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de éste gobierno, condonó el 90% de la deuda fiscal de Televisa, el monopolio televisivo sospechoso de haber orquestado una campaña intensa y de larga duración para desprestigiar candidatos y favorecer al actual presidente. De nuevo no parece haber preocupación alguna por verse un poco sinvergüenzas.


Finalmente el contexto electoral local

Para ponerle la cereza al pastel, el próximo 7 de julio habrá elecciones de un gobernador, alcaldes y legisladores locales en 13 estados del país y por lo menos en la ciudad de Puebla, el circo politiquero está de oferta.

Como siempre en este show salen de todos sus escondrijos los llamados “militantes”, que se subdividen entre quienes tienen una participación oficial dentro del sistema político y ya viven del erario público, y quienes (con sus honrosas excepciones) sin otro fin, esperan algún día también poder hacerlo perpetuando la arraigada concepción mexicana de política-modo de vida.

Estos últimos, por lo general muy jóvenes, se exhiben ahora por toda la ciudad, en muchos cruceros viales y colonias populares promocionando a uno u otro candidato como meros productos y con la esperanza de que llegue el vínculo, el puesto o la escalada prometida.



Los dos candidatos punteros los son por haber comenzado su campaña política años atrás. Uno con la visibilidad que le dio ser rector de la universidad estatal durante una década y otro con la visibilidad que de por sí trae consigo un estatus social alto dentro de una sociedad históricamente clasista, sumada a la proyección que le ha dado desde el primer día el gobernador del estado, su principal promotor.

Ambos personajes cuentan con el requisito de cualquier aspirante a representante público en México, el de tener cuantiosos recursos económicos, el capital para echar a andar su empresa personal y poder costear las onerosas campañas que son muy poco políticas y más bien comerciales, basadas en ingeniosas estrategias publicitarias.

Uno de los dos candidatos, el del partido tradicional, cumple con éste requisito  relativamente desde hace poco, ya que cambió radical y sospechosamente su forma de vida después de haber manejado por años a la universidad y sus cuantiosos recursos públicos llegando hasta grabarle un disco a su hija y lanzarla “al estrellato” durante el concierto de inauguración del estadio universitario; el otro, como buen descendiente de inmigrantes libaneses contaba ya con suficiente capital para echar a andar su carrera, ocupaba de por sí un puesto alto en la escala socioeconómica lo que le permitió tener las suficientes relaciones para poder ocupar varios puestos públicos, llegando a estas alturas sin mayor trascendencia.

Pero ante el panorama tan complicado del país en estos primeros meses del nuevo gobierno federal, quienes aspiran a ser nuestros “representantes populares” en estas campañas “políticas” no han mostrado reacción alguna, no hay posturas, no hay propuesta trascendente, no hay cuestionamientos; solo queda la búsqueda del poder por el poder, sólo queda el patético circo politiquero de banderas, música, volantes, falsas manifestaciones  y jóvenes en los cruceros a pleno rayo de sol parados con el estandarte de su candidato.


Desencanto 

Así pues, se entendería una sensación de desencanto generalizado. Más aún se podría comprender desde quienes durante las pasadas elecciones federales, por un lado no estuvieron conformes con los dos sexenios panistas y por otro, desconfiaron de lo desconocido, de lo que se les presentó como una alternativa (lo que se hizo ver como radical) y mejor aplicaron el “más vale malo por conocido…”

Pero finalmente y desde la conciencia de que se trata solo de un inicio y un periodo corto de tiempo, parece que para muchos,  “la luna de miel se termina” o se terminará pronto porque si se mira a futuro,  las reformas estructurales no son halagüeñas por lo menos no para la mayoría, y si esperanzados volteamos a ver a los próximos representantes populares en el actual contexto "electorero" la cosa se pone aún mas triste.